
En los dibujos animados un personaje salta sobre un barranco y no pasa nada.
No se cae, hasta que mira abajo.
Mi madre siempre decía que ese era el secreto de la vida: nunca mirar abajo.
Pero hay algo más.
No sólo no hay que mirar.
No hay que pensar en que estás en el aire y no sabes volar.